viernes, 16 de septiembre de 2011

DISCEPOLO Y LA HISTORIA QUE SIEMPRE SE REPITE

A la década del 30 se la denomino La Década Infame por un libro escrito por el periodista: José Luis Torres.
Claro que el libro no contaba mentiras sino que reflejaba la actualidad de aquellos años, que no era muy distinta a la nuestra.

La desolación del pueblo ante un futuro incierto se ahondaba cada vez más. Por aquel entonces ya existía la desnutrición en los sectores más humildes ( y como en la actualidad eran más) y la tuberculosis sembraba de muertos las casas de este sector de la población. La delincuencia y la mendicidad eran aterradoras.

También ya existían los políticos corruptos. Basta con recordar el convenio Roca-Runciman; la creación del Banco Central Mixto, las concesiones eléctricas, los convenios petroleros, la coordinación de transportes eran verdaderas estafas al patrimonio nacional.

En cuanto a lo institucional, el fraude y la coima eran casi patriótico.

Autores como Borges, Bioy Caceres, Victoria Ocampo pintaban otra realidad al igual que intelectuales de la época actual, se ocupaban de temas más glamorosos.

En 1901, un 27 de marzo, nace en un barrio de Buenos Aires alguién que a través de su sensibilidad y valentía decide denunciar los hechos del entonces. Enrique Santos Discepolo.

Así, desde las letras de sus tangos denuncia “una crisis sin precedentes”. No escribe para el pueblo ni por el pueblo. El se convierte en pueblo. Y se ve traicionado en las urnas, vendido en los convenios internacionales, apaleado y torturado, humillado por la minoría oligárquica y el interés extranjero.

El es la voz del pueblo mientras la intelectualidad calla, los políticos mienten y los académicos miran para otro lado.

Denuncia la desocupación en Yira Yira diciendo “cuando rajes los tamango buscando ese mango que te haga morfar” y también hace alusión a la miseria “Cuando no tengas ni fe, ni yerba de ayer secándose al sol”. El argentino esta frustrado, desesperanzado y bien lo expresa en Quien más, Quién menos…me levanté pa que vieras como estoy yo que pensaba ser un rey…quién más quién menos pa mal comer, somos la mueca de lo que soñamos ser”. Y En que pasa señor dice “Y en medio del caos que horroriza y espanta, la paz esta en yanta y el peso ha bajado”.

Todo estaba convulsionado al igual que ahora, lo que antes era pareciera no ser y Discepolo expresa:

“que sapa señor que todo es demencia, los chicos ya nacen por correspondencia y asoman del sobre sabiendo afanar, ya nadie comprende si hay que ir al colegio o habrá que encerrarlos pa mejorar”.

Quién no recuerda su obra magistral pintando ¿la época? “ Los tangos de Discepolo son tristes pero llenos de compromiso con la realidad social y no es que haya sido un visionario es que la historia se repite.

que el siglo veinte es un despliegue de maldad insolente ya no hay quién lo niegue…vivimos revolcaos en un merengue y en el mismo lodo todos manoseaos. No hay aplazados, ni escalafón los inmorales nos han igualao…Cualquiera es un señor, cualquiera es un ladrón…es lo mismo el que labura noche y día como un buey…que el que vive de los otros, que el que mata o el que cura o está fuera de la ley”.

NO FUE ESCRITO POR MI, SIMPLEMENTE LO TOME PRESTADO PORQUE VALE LA PENA COMPARTIRLO

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